Fuente: La Nueva España
https://www.lne.es/aviles/2018/03/25/hipoteca-recorrido-juridico-19065700.html
Una sentencia condena a una entidad financiera por vender a un cliente una póliza de seguro de vida temporal que no le cubría por ser incapacitado
Una sentencia del Juzgado de primera instancia e instrucción de Grado condena a una entidad financiera por vender a un cliente un seguro de vida temporal que no le cubría por ser incapacitado. El cliente, que entonces residía en Salinas, contrató en el año 2012 en la oficina de Piedras Blancas de la entidad financiera ahora condenada, una póliza de seguro de vida temporal que cubría los riesgos de fallecimiento y de incapacidad permanente absoluta, vinculada a un contrato de préstamo hipotecario destinado a la compra de su vivienda habitual.
El cliente, Fernando Fernández-Peña Rodríguez, tiene reconocida por la seguridad Social desde 1998 la invalidez permanente absoluta. En la sentencia se condena a la compañía aseguradora, utilizada por la entidad financiera para ese tipo de seguros, a la devolución de 6.113 euros en concepto de primas indebidamente abonadas e intereses devengados.
«La mala fe queda de manifiesto en la sentencia al reconocer el juez que el certificado de salud no está firmado por mí. Además, está mecanografiado en vez de impreso. Además, la sentencia reconoce que la entidad conocía mi condición de minusválido ya que mucho tiempo antes cobraba mi pensión de invalidez allí», señaló Fernández-Peña, que tuvo como abogado a Saulo Martínez-Gayol Fernández.
Las condiciones generales de la póliza de seguros que suscribió el cliente, en el artículo 4º, dice que son personas no asegurables y que quedan excluidas de cobertura «todas las personas menores de 14 años y los incapacitados».
«Podríamos estar ante un engaño masivo a nivel nacional; cuántas personas aquejadas de una minusvalía habrán contratado una hipoteca con seguro de vida adherido a ésta sin tener conocimiento de que pagan por un seguro nulo», añadió.
Asimismo, Fernando Fernández-Peña ha tenido dos sentencias favorables interpuestas contra la misma entidad financiera por su inclusión en ficheros de morosos por las que ha recibido sendas indemnizaciones por daños morales de 14.000 y 3.000 euros.
«Pagaba 300 euros al trimestre por el seguro de vida. La hipoteca la hice en 2012 y en 2016 pedí una copia de la póliza y es cuando descubro que no estoy cubierto», señaló Fernández-Peña. «El asunto no termina aquí porque voy a ir por la vía penal, por estafa, para ello ya cuento con el despacho Legalvia que va a llevar todo el asunto de la mano del abogado David Labrador. La entidad ha traicionada la confianza que deposité durante muchos años de cliente», concluyó.
